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Empieza el día con un buen desayuno

Seguro que has escuchado muchas veces que el desayuno es la comida más importante del día. Bueno, esto no es del todo cierto, porque todas las ingestas que hacemos a lo largo del día son igual de importantes. Y tampoco está establecido el número de comidas que debemos realizar al día: dos, tres, cuatro o cinco. Cada persona tiene sus propias necesidades nutricionales y yo te puedo ayudar a descubrir las tuyas.

Si eres de los que comienzan el día con un desayuno, hazlo equilibrado para reponer las reservas de energía y que te ayude a afrontar el día con actitud. Lo importante del desayuno son los alimentos que eliges. Comenzar el día con un desayuno saludable te ayudará a continuar el día con hábitos alimenticios saludables.

¿Qué debe incluir un buen desayuno?

Un desayuno saciante.

Tomar un desayuno potente ayuda a darle a tu cerebro suficiente energía para comenzar el día y activar tu metabolismo.  Un desayuno saciante puede ayudar a evitar que comas en exceso durante el resto del día, así que no tengas miedo de llenar tu plato.

Las personas que comen un gran desayuno y una cena más pequeña, queman el doble de calorías a lo largo del día en comparación con las personas que comieron un desayuno pequeño y una cena grande.

La mejor manera de hacerlo es incorporar una dosis de fibra, proteína y grasas saludables. Un buen ejemplo de esto es una tostada integral con un huevo y aguacate, además de aportarte todos los nutrientes necesarios, ¡está delicioso!

Tostadas de aguacate y huevo es un desayuno completo y saciante.

Prioriza las proteínas.

A menos que quieras volver a sentir hambre en una o dos horas, asegúrate de que tu desayuno incluya una fuente de proteínas.

Cada célula de nuestro cuerpo contiene proteínas, lo que significa que incorporarlas en el desayuno ayuda a reparar las células dañadas y a crear otras nuevas. La proteína también ayuda a mantenernos llenos por más tiempo, y esto hará que comamos menos durante el día.

Tomar un desayuno rico en proteínas puede reducir los antojos de alimentos menos sanos y aumenta los niveles de una hormona asociada a la saciedad. 

Mientras que los primeros alimentos que vienen a la mente cuando se trata de proteínas podrían ser los huevos, el requesón y el yogur griego, muchos granos enteros como la avena y la quinoa también son altos en proteínas y contienen fibra dietética.

Incluye una fuente de grasa.

No hay razón para temer a la grasa, de hecho, es un macronutriente que definitivamente no debes perderte a la hora del desayuno. La grasa tarda más en digerirse que muchos otros nutrientes, por lo que puede mantener a raya esos momentos de hambre durante toda la mañana.

Las grasas no sólo nos ayudan a sentirnos llenos por más tiempo, sino que son necesarias para absorber algunos de los nutrientes que comemos. Además, ayudan a equilibrar los niveles de azúcar en la sangre, evita la fatiga y proporciona una energía constante a lo largo del día. Sus beneficios son increíbles.

Trata de buscar alimentos con alto contenido en grasas, como los frutos secos, los aguacates y el aceite de oliva virgen extra, que además ayudarán a proteger a tu corazón.

Claves para un desayuno energético

Bebe un vaso grande de agua.

Empieza cada mañana con un gran vaso de agua, una buena hidratación garantiza el buen funcionamiento del cerebro.

Estar deshidratado puede hacer más difícil escuchar las señales internas de hambre y plenitud a lo largo del día, de hecho, muchas personas piensan que tienen hambre cuando en realidad sólo tienen sed.

Beber agua antes o durante el desayuno ayuda a la digestión y elimina toxinas, contribuye a la sensación de plenitud, equilibra los fluidos, alimenta el cerebro, mejora el sistema inmunológico y ayuda a la salud de la piel. ¿A qué esperas para empezar a beber más agua?

Desayuna tranquilo y conscientemente.

Aunque tengas poco tiempo por las mañanas, intenta reservar un tiempo para desayunar sin prisa y sin distracciones. 

Cuando nos apresuramos a desayunar, puede que no nos sintamos totalmente satisfechos ya que no nos tomamos el tiempo para comer, saborear y disfrutar de la comida.

Dedícale tiempo a sentarte y desayunar, disfrutarás de tu plato y te sentirás más saciado hasta la hora de la comida.

Desayuna tranquilo y sin prisas.

 Ten en cuenta tu estilo de vida y las señales de hambre.

No hay un ejemplo de desayuno saludable universal para todo el mundo. Tienes que tener en cuenta tu estilo de vida a la hora de prepararlo. 

Come lo que le haga sentir bien a tu cuerpo. Si tienes un trabajo físicamente exigente, por ejemplo, tal vez quieras optar por una combinación abundante de proteínas y carbohidratos de lenta absorción  por la mañana, como puede ser una tortilla con tomate natural y tostadas de trigo integral. 

Por otro lado, si eres más sedentario en el trabajo y no tienes mucho apetito por la mañana, puedes sentirte satisfecho con un batido de frutas y yogur.

Si necesitas ayuda con un plan nutricional o quieres saber cuáles son tus necesidades teniendo en cuenta tus preferencias y estilo de vida, contáctame. Estaré encantada de ayudarte.

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