La pérdida de peso no es lineal y eso está bien. Entender el proceso real evita frustraciones cuando estamos en un proceso de cambio.
Al comenzar un plan para bajar de peso, es normal tener muchas expectativas. Esperamos ver cambios rápidos, constantes y predecibles. Subimos a la báscula cada semana con la esperanza de que los números bajen como por arte de magia. Pero… la realidad suele ser muy distinta.
La pérdida de peso no es un camino recto. Es más bien una montaña rusa: hay subidas, bajadas, estancamientos y, a veces, incluso retrocesos. Y aunque eso puede ser frustrante, es totalmente normal.
¿Por qué no bajamos de peso de forma lineal y constante?
Nuestro cuerpo no es una máquina exacta. Es por esa razón por la que no bajamos de peso de forma lineal y constante. Está lleno de mecanismos que intentan mantenernos en equilibrio. Cuando empezamos a comer menos o a movernos más, el cuerpo responde, pero no siempre de la forma que esperamos.
Factores como:
- Retención de líquidos
- Cambios hormonales
- Estrés o falta de sueño
- El ciclo menstrual
- Consumo de sal o carbohidratos
…pueden hacer que el peso suba de un día a otro, aunque estemos haciendo todo «bien».

Lo importante: mirar el progreso general
En vez de obsesionarnos con el número exacto de la báscula, lo importantes es mirar el progreso general. Es mejor fijarnos en la tendencia a lo largo del tiempo. ¿Bajaste 2 kilos en el primer mes y luego nada durante dos semanas? Tal vez en la tercera semana bajes otro kilo. Así funciona esto: no es una recta, es una curva con altibajos.
¿Qué hacer cuando sientes que no avanzas?
Pon en práctica estos consejos si no sabes que hacer cuando sientes que no avanzas:
- Sé paciente: El cuerpo necesita tiempo.
- Confía en el proceso: Si estás comiendo mejor y moviéndote más, estás haciendo lo correcto.
- No te peses todos los días: Puede generar ansiedad innecesaria.
- Mira otros avances: ¿Duermes mejor? ¿Tienes más energía? ¿Tu ropa te queda más suelta? Todo eso también es progreso.

En resumen
Bajar de peso no es una carrera, es un viaje. Habrá semanas en las que no veas resultados, pero eso no significa que no estés avanzando. Lo importante es construir hábitos que puedas mantener a largo plazo, sin castigarte ni rendirte a la primera señal de estancamiento.
Recuerda: el progreso real no siempre se ve en la báscula, pero sí se siente en tu bienestar.