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Impacto medioambiental del consumo de carne

Impacto medioambiental del consumo de carne

La producción de los alimentos tiene repercusión en la salud de las personas y en la del planeta. Nuestra salud se ve afectada tanto por nuestra alimentación como por el modo en cómo se producen los alimentos. El impacto medioambiental que tiene el consumo de carne nos hace replantearnos alimentarnos de manera más sostenible y amortiguar los efectos negativos que tiene sobre el planeta.

Podemos modificar nuestra alimentación incluyendo más alimentos de origen vegetal y menos carne y esto puede mejorar nuestra salud.  Si decidimos comer carne de vez en cuando, la mejor opción es comprarla a los pequeños ganaderos ecológicos locales.

Impacto medioambiental que tiene el consumo de carne

El consumo de carne tiene un alto coste para el planeta. Para evitarlo tenemos que conocer la causas y cómo evitar la contaminación al medioambiente.

Deforestación y ocupación de grandes extensiones de terreno

Gran parte del impacto mediombiental se encuentra en la importación de cereales y soja para abastacer a la macrogranjas.

El 80% de la soja importada se destina a la alimentación de ganado y, en concreto, a la producción de carne. A medida que se utiliza más tierra para la agricultura industrial, se altera el medio ambiente y se pierde biodiversidad, como está ocurriendo con la destrucción de la selva amazónica. 

Emisión de gases de efecto invernadero

La producción de alimentos causa impactos ambientales y climáticos, causantes del calentamiento global. Se producen directamente por el animal y de forma indirecta por la fabricación de piensos, la deforestación y el uso de fertilizantes.

El consumo de agua y la huella hídrica

La agricultura es responsable de alrededor del 70 % del uso de agua dulce en todo el mundo. Un kilo de carne necesita hasta 15 veces más agua que un kilo de cereales. Para producir un kilo carne de vaca se requieren 15.000 litros de agua; un kilo de cordero, 10.000 litros; y para uno de ave de corral, 6.000 litros, y para uno de cereales de 400 a 3.000 litros.

La huella hídrica principal procede del cultivo de alimento para animales, por un gramo de proteína de la carne de vacuno es seis veces mayor que la de las legumbres.

Contaminación por fertilizantes del subsuelo

La ganadería es uno de los mayores contaminadores del suelo y del agua de nuestro planeta. El uso de fertilizantes químicos, plaguicidas y medicamentos en los campos, provoca que el exceso de estas sustancias se filtren en el suelo, entren en las las vías fluviales y alcancen los acuíferos y manantiales, alterando y contaminando los ecosistemas naturales.

Crisis Alimentarias

En la industria ganadera, las condiciones de engorde y confinamiento impiden el bienestar del animal. Se les priva de un comportamiento social normal y a menudo tienen comportamientos extraños. En estas condiciones se han originado graves crisis alimentarias como la de las vacas locas, los casos de contaminación con E. coli, o los brotes de gripe aviar.

Sin olvidar el uso de antibióticos en muchas de estas macrogranjas, que son responsables de la resistencia a los antibióticos en el uso médico a las personas.

Impacto medioambiental que tiene el consumo de carne
Ganado para el consumo pastando en la montaña.

Comer de forma más sostenible

Aunque las emisiones de la producción de ganadería no se pueden eliminar, existen maneras de reducirlas.

Se puede comer de manera más sostenibles reduciendo el consumo de carne y aumentando el consumo de alimentos de origen vegetal, como son las legumbres.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda un máximo de 500 gramos semanales entre carnes rojas reduciendo al máximo las procesadas, como charcutería, salchichas, beicon, etc. ya que pueden causar cáncer de colon.

El consumo de carne que provenga de granjas locales y de pastoreo junto con la reducción del desperdicio de alimentos, va a contribuir a una mayor sostenibilidad y mejor salud. La ganadería ecológica emplea pastos y residuos de las cosechas y muy pocos piensos, así se garantiza la seguridad alimentaria y la salud del planeta.

Conclusión

Disminuir el consumo de carne nos ayudará a combatir el cambio climático, la deforestación, la destrucción de especies animales, salvaguardar el agua y por supuesto tener una mejor salud.

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