¿Te has encontrado alguna vez frente a la nevera, sin hambre, pero con unas ganas irresistibles de comer algo? No estás solo. Muchas personas experimentan lo que se conoce como ansiedad por comer, esto ocurre cuando las emociones, más que el hambre, nos llevan a buscar consuelo en la comida. Vamos a ver qué es exactamente y qué la provoca.
¿Qué es la ansiedad por comer?
La ansiedad por comer es ese impulso de comer sin tener hambre real. Aparece como una respuesta emocional a situaciones como el estrés, la tristeza o el aburrimiento. A diferencia del hambre física, que va aumentando gradualmente, la ansiedad por comer aparece de repente y suele llevarte a elegir alimentos poco saludables, como dulces o frituras.
Este tipo de «hambre emocional» no es necesariamente una señal de que tu cuerpo necesite nutrientes, sino que estás buscando alivio en la comida para gestionar tus emociones.
Causas de la ansiedad por comer
Existen diferentes causas que pueden desencadenar la ansiedad por comer. A continuación, te presento algunos de los más comunes:
Estrés: El estrés provoca un aumento en los niveles de cortisol, una hormona que, cuando está en exceso, aumenta el apetito. ¿El resultado? Te encuentras buscando comida como una manera de calmar la tensión.
Aburrimiento: Muchas veces comemos simplemente porque no sabemos qué hacer. El aburrimiento puede ser un gran culpable de esos paseos hacia la cocina.
Tristeza o Depresión: Los carbohidratos, sobre todo los azucarados, pueden elevar temporalmente los niveles de serotonina, dándote una sensación de bienestar. Sin embargo, el efecto es pasajero, y a menudo te deja sintiéndote aún peor.
Falta de Sueño: Dormir poco afecta las hormonas del hambre, haciéndote sentir más hambre y provocando antojos de alimentos poco saludables.
Dietas Muy Restrictivas: Cuando te prohíbes ciertos alimentos, como los dulces o carbohidratos, acabas deseándolos aún más. Si finalmente cedes, tiendes a hacerlo en exceso.
¿Cómo saber si comes por ansiedad?
Distinguir entre hambre física y emocional es clave para saber si comes por ansiedad. Aquí te dejo algunas pistas que te ayudarán a saber si estás comiendo por emociones:
Hambre Repentina: Si el hambre aparece de golpe, sin previo aviso, es posible que no sea hambre real.
Antojo de Algo Específico: Cuando tienes hambre física, cualquier comida te parece buena. En cambio, la ansiedad por comer suele enfocarse en alimentos muy específicos, generalmente poco saludables.
Comer Sin Pensar: Si te das cuenta de que ya has terminado un paquete de galletas sin apenas darte cuenta, es una señal de que estabas comiendo por ansiedad.
Sentimiento de Culpa: La ansiedad por comer suele dejarte con una sensación de culpa o arrepentimiento después de comer, algo que no ocurre con el hambre física.
La ansiedad por comer es una respuesta emocional que nos impulsa a buscar alivio en la comida, especialmente en situaciones de estrés, aburrimiento o tristeza.
Identificar si estamos comiendo por hambre real o emocional es crucial para gestionar este hábito de manera saludable. Conocer las causas detrás de la ansiedad por comer, como la falta de sueño o las dietas restrictivas, es el primer paso para tomar el control.