¿Quieres adelgazar y te han ofrecido algún programa rápido y milagroso de pérdida de peso? Estas ofertas resultan muy tentadoras, ya que por naturaleza somos cortoplacistas y cuando queremos algo, lo queremos ya.
Pero siento decirte que la pérdida de peso lleva su proceso y no hay nada mágico que te haga perder grasa de una manera saludable y duradera. El peso que has ido cogiendo con el paso del tiempo no se puede perder en unas cuantas semanas. El metabolismo necesita ir haciendo adaptaciones para perder grasa de una manera eficaz. Esto te garantiza no volver a cogerlo y evitar el efecto rebote que tienen los atajos.
Proceso de pérdida de peso
Las primeras semanas, al inicio de una dieta se puede llegar a perder 3 o 4 kilos, y de esto se aprovechan las personas que venden humo. Estos resultados enganchan a muchas personas porque piensan que es una dieta eficaz que les va a traer buenos resultados rápidamente.
¿Por qué la pérdida de peso es tan rápida al principio? Lo primero que se pierde es el glucógeno de los músculos, que va acompañado de una gran cantidad de agua y como nos sentimos muy motivados al inicio, normalmente también realizamos más actividad física. Esto nos lleva a perder de 1 a 2 kilos a la semana, pero no precisamente de grasa. Si seguimos manteniendo una alimentación estricta, seguiremos bajando de peso, puede que algo de grasa, pero muchísima más cantidad de masa muscular y por si fuera poco la masa ósea se puede ver afectada.
Los problemas de las dietas milagro
La falta de vitaminas y minerales suele ser muy común en este tipo de dietas porque al no comer la cantidad adecuada de alimentos, no se alcanza el mínimo de nutrientes esenciales que el cuerpo necesita, y tu salud se puede ver afectada por ello.
Nuestro cuerpo es una máquina perfecta que se va adaptando a la falta de calorías y se convierte en ahorrador para asegurar la supervivencia. Y por eso habrá que reducir cada vez más las calorías y comer menos, para seguir perdiendo el mismo peso que las semanas anteriores.
Esto influye en nuestro organismo a nivel hormonal, afecta a las hormonas reguladoras de la saciedad, por lo que nuestro mecanismo de hambre y saciedad se va a descontrolar, provocando más sensación de hambre, apetencia por alimentos procesados y azucarados y sufrir más riesgo de atracones. Por si fuera poco, todo esto hace tener una fuerte sensación de culpabilidad, peor estado de ánimo y falta de energía durante el proceso de pérdida de peso.
¿Cuánto tiempo se pueden mantener estas restricciones?
Pues no mucho, este no es un proceso natural y el cuerpo se va a resistir de todas las maneras posibles para acabar con esta situación. Además, lo más probable es que después de la pérdida de peso tan rápida, llegue el efecto rebote. Como no ha habido un aprendizaje nutricional, al volver a las antiguas rutinas y hábitos, no solo recuperarás el peso inicial, sino que puedes llegar a coger más.
Como profesional de la nutrición, te recomiendo que si tienes que perder grasa, no tengas prisa. La pérdida de peso es un proceso que lleva su tiempo y adaptaciones y además, no tienes porqué sufrir en el proceso. Se trata de hacer un cambio de hábitos incluyendo algo de actividad física y descanso. Y no lo veas como un sacrificio, sino como un momento de autocuidado.
Disfruta de la comida, prueba alimentos nuevos y sé creativo en la cocina preparando platos llenos de sabor y sanos. Elige una actividad física con la que disfrutes y te mantengas activo. Puede ser caminar a diario, salir en bici, entrenar en grupo o hacer tus rutinas en el gimnasio.
Lo importante es tomar conciencia de tu momento de cambio, y no te dejes presionar ni engañar con las prisas y los milagros, porque primero está tu salud.
Si necesitas ayuda en la pérdida de peso, no dudes en contactar conmigo. Te ayudaré en todo el proceso.