¿Qué pensarías si te digo que existe un tipo de grasa en el cuerpo que te ayuda a perder peso? Aunque parezca raro, existe y se trata de la grasa parda o marrón. No tiene nada que ver con la grasa blanca, que es la que almacena las calorías de más en forma de reserva.
¿Qué es la grasa parda o marrón?
Es un tipo de grasa que se encarga de producir calor. Los bebés nacen con una gran cantidad de esta grasa para mantener la temperatura, ya que no pueden tiritar o moverse para mantener el calor. En el adulto se encuentra en menor medida, y todavía en menos cantidad en las personas con obesidad.
A diferencia de la grasa blanca, que es la mayoritaria que tienen nuestros tejidos, la grasa parda contiene muchas mitocondrias, que son los motores con los que se queman las calorías para producir calor. Además, esta grasa aumenta el metabolismo basal, provocando que la grasa se queme y transformando la grasa corporal normal en energía.
¿Cómo podemos activar la grasa parda?
Con frío
La exposición al frío activa la grasa, pudiendo incluso aumentarla. Pasar algo de frío puede ser beneficioso, ya que se activan los mecanismos necesarios para mantener una temperatura corporal estable, el cuerpo necesita utilizar más energía y como consecuencia el metabolismo aumenta.
Basta con quitar la calefacción de vez en cuando, o dar un paseo corto en invierno con ropa algo más ligera o incluso terminar la ducha con unos minutos de agua fría para activar la grasa parda.
Con alimentación
Existen alimentos que tienen capacidad termogénica, es decir, activan la grasa y estimulan la producción de calor. Entre ellos se encuentra, el pimiento picante, por su principio activo la capsaicina, el té y el café, por su contenido en cafeína y el jengibre, que estimula el sistema nervioso aumentando la termogénesis y el gasto energético.
También el consumo de manzanas y peras contribuyen a activar la grasa parda. Esto se debe a que contienen en su piel ácido ursólico, que es un compuesto que contribuye a aumentar la masa muscular y la grasa parda, los dos tejidos del cuerpo que más grasa queman.
Con ejercicio
La práctica de ejercicio físico, ya sea aeróbico, de fuerza o de alta intensidad, ayuda a reducir la grasa corporal y estimular la grasa parda por acción de una proteína, la irisina, que tiene la capacidad de generar calor al transformar la grasa normal en grasa parda.
El músculo en respuesta al ejercicio físico y al contraerse, estimula otras hormonas como las miokinas, que estimulan esa transformación y favorece la pérdida de peso. Por eso es importante realizar ejercicios que involucren a grandes grupos musculares y ejercicios de fuerza, que desarrollen el músculo, para activar la grasa parda y aumentar el gasto de energía.
Al aumentar los latidos del corazón a través del deporte, favorecemos el transporte de sangre y oxígeno a todo el organismo, produciéndose contracciones musculares que liberan unas hormonas, los péptidos natriuréticos, que se encargan de activar a la grasa parda.
Para evitar riesgos es importante acudir a un profesional que tendrá en cuenta las necesidades de cada persona y sus condiciones, con el objetivo de poder pautarle el tipo de actividad física, la frecuencia, la duración y la intensidad adecuada.
Otras maneras de activarla y adelgazar
El descanso es fundamental para adelgazar. La melatonina es una hormona que interviene en el ciclo del sueño, y al estimularla se estimula también la grasa parda.
Mantener una buena higiene del sueño, procurando no tener las luces encendidas y utilizar dispositivos electrónicos a la hora de acostarse.
Otro activador de la grasa parda es un ligero estrés, que no hay que confundir con el estrés crónico, que tendría efectos contrarios. Hay estudios que muestran que sentir estrés en momentos puntuales, puede activar la grasa marrón y además favorecer la pérdida de peso.
Si te interesa el tema y quieres poner en práctica estos consejos de una manera práctica, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Estaré encantada de ayudarte en este proceso de pérdida de peso.