Con la llegada del verano, muchas personas experimentan una sensación de hinchazón y retención de líquidos en su cuerpo. Esta condición, conocida como edema, es más común durante los meses más calurosos del año.
La retención de líquidos es el resultado de un desequilibrio en los niveles de agua y el sodio en el cuerpo, lo que causa una acumulación anormal de líquidos en los tejidos.
Causas que producen retención de líquidos en verano
Las altas temperaturas y la exposición prolongada al sol pueden llevar a la deshidratación. En respuesta, el cuerpo retiene agua para compensar la pérdida y evitar una mayor deshidratación.
Además, el calor del verano puede provocar la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que dificulta la circulación adecuada de la sangre y el retorno venoso. Como resultado, los líquidos se acumulan en los tejidos, especialmente en las piernas y los pies, causando hinchazón y malestar.
La retención de líquidos también puede ser causada por una dieta poco saludable. Durante el verano, es común consumir alimentos ricos en sal, como alimentos procesados y comidas rápidas.
El exceso de sodio en la dieta puede alterar el equilibrio de líquidos en el cuerpo y contribuir a la retención de líquidos. Y no sólo eso, un consumo excesivo de alcohol y bebidas azucaradas puede deshidratarte y agravar el problema.
Cómo evitar la retención de líquidos en verano
Afortunadamente, hay medidas que se pueden tomar para prevenir y reducir la retención de líquidos durante el verano.
1. Mantén una buena hidratación
Beber suficiente agua a lo largo del día ayuda a mantener el equilibrio hídrico del cuerpo y prevenir la deshidratación.
2. Reduce el consumo de sodio
Reduce los alimentos procesados y ricos en sal, optando por una dieta equilibrada y rica en frutas y verduras frescas ricas en potasio y magnesio.
3. Practica ejercicio regular
El ejercicio regular también es beneficioso para prevenir la retención de líquidos. La actividad física estimula la circulación sanguínea y ayuda a reducir la hinchazón en las extremidades.
Durante el verano, es recomendable elegir actividades de bajo impacto, como caminar o nadar, para evitar el exceso de calor y minimizar la retención de líquidos.
4. Evita estar de pie o sentado durante mucho tiempo
Mantenerse en pie o sentado durante mucho tiempo dificulta la circulación. Para evitarlo, intenta hacer descansos activos, moverte y cambiar de postura regularmente.
Elevar las piernas cuando descanses también puede ayudar a reducir la hinchazón. También aplicarte compresas frías o chorro de agua fría en las zonas afectadas te ayudarán a reducir la retención. Incluso un masaje linfático y drenante puede ser útil para eliminar los líquidos acumulados.
En conclusión, la retención de líquidos durante el verano puede ser incómoda, pero existen medidas que se pueden tomara para prevenirla y eliminarla.
Mantenerse hidratado, seguir una alimentación saludable y equilibrada, hacer ejercicio regularmente y evitar estar en la misma posición durante mucho tiempo, mantendrán a raya la retención de líquidos.
Si la retención persiste o se acompaña de otros síntomas preocupantes, busca el consejo de un profesional para tener un buen diagnóstico y tratamiento adecuado.