Si quieres saber cómo parar de contar calorías y si es necesario pesar los alimentos, te sugiero que utilices la herramienta del plato equilibrado.
Es un método en el que se combina todos los grupos de alimentos de manera sana y equilibrada, siendo una solución rápida, económica, sencilla apta para todas las edades y para comer tanto solo como en familia.
Además, al utilizarlo, evitas pesar los alimentos, contar calorías y raciones.
Cómo parar de contar calorías con el método del plato equilibrado
El método del plato es una manera de incluir los diferentes grupos de alimentos, te cuento cómo:
Grupo de verduras: Llena la mitad del plato con una buena base de vegetales. Estas pueden ser cocidas, al horno, al vapor, en ensaladas, plancha, cremas…
Busca color y variedad, cuanta más mejor, así te beneficias de todos sus nutrientes.
Muchas pueden estar preparadas con antelación o sencillamente puedes utilizarlas congeladas o en conservas, este es un recurso rápido y fácil para tenerlas siempre a mano.
Proteínas: Estas deben ocupar un cuarto de plato. Añade la proteína que puede ser de origen animal o vegetal: carnes, pescado, mariscos, huevos, lácteos, legumbres, soja, tempeh, frutos secos…Se pueden mezclar en ensaladas y combinar con las verduras en un plato. Limita la carne roja y evita las carnes procesadas como los embutidos, salchichas, etc.
Carbohidratos: Ocupan otro cuarto de plato. Incluye este grupo en forma de tubérculos: patata, boniato, chirivía o cereales en su versión integral: pasta, arroz, quinoa, espelta, pan…
Estos son carbohidratos complejos, tienen un efecto más leve sobre el azúcar que liberan en sangre y la insulina que los carbohidratos refinados con más contenido en almidón como el arroz, pastas y pan blancos.
Grasas: Aliña y cocina tus platos con aceite de oliva virgen extra, es la mejor grasa que tenemos. Otras grasas saludables son el aguacate, semillas y frutos secos.
Evita los aceites de mala calidad como los parcialmente hidrogenados que contienen grasas trans, suelen estar en las margarinas, bollerías y alimentos muy procesados.
Agua: Bebe agua como bebida principal a lo largo del día, incluyendo infusiones, agua saborizada, café, té… y evitando las bebidas azucaradas, batidos, refrescos y alcohol.
Actividad física: Mantenerte activo también es importante en el cuidado de la salud. Hacer algo de ejercicio físico es complementario a la alimentación saludable. Y si además te encuentras en un proceso de pérdida de peso, conseguirás mejores resultados.
Contar calorías no es necesario a menos que tu estilo de vida o situación personal te lo exijan. Si quieres profundizar en el tema o asesoramiento personalizado para establecer un plan adaptado a tus necesidades no dudes en ponerte en contacto con nosotros.